martes, 21 de junio de 2011

Los efectos de la pintura de Nahum B. Zenil.

A pesar del reconocimiento y respeto que se ha generado a la obra de Nahum B. Zenil como representante del neomexicanismo, la fuerza de sus representaciones, el talento indudable y lo polémico del contenido temático en sus pinturas, ha tenido también críticos que lo han desacreditado duramente como Edwina Moreno. En el ensayo de Edwina Moreno Guerra, titulado “La obra de Nahum B. Zenil: una aproximación a la pintura pornográfica y obscena”, la autora crítica tajantemente la exposición: “El gran circo del mundo” de Zenil que se dio en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México en 1999, usa locuciones como “experiencia escatológica y pervertida”, ”nos obligaba a entrar para salir del hartazgo obsceno y hasta repugnante”, “el gran circo del mundo el artista mostraba públicamente sus reiteradas perversiones sexuales”, “grotescos retratos”, “los cuadros de Zenil no provocaron morbo, tal vez únicamente nos reflejaron “el fin de la ilusión, la pérdida brutal de lo imaginario, del deseo y la seducción propias de la obra de arte a otras etapas históricas y culturales, obras pródigas de sentido y compromiso, de emotividad y susceptibles de conmovernos, imágenes pletóricas de metáforas y formas expresivas, ricas y plenas de forma y contenido”. Al parecer la autora desconocía u olvidó las representaciones antiguas del culto fálico o la fertilidad que mostraban los órganos sexuales, también las expresiones griegas, japonesas, mayas, etcétera, que muestran de forma explícita los actos sexuales y la diversidad de los mismos, de los cuales existen diversas fuentes, materiales bibliográficos y obras expuestas en distintos museos del mundo que demuestran una vasta cantidad de representaciones sexuales.



En otro momento, en el 2005, cuando se hizo un homenaje a su obra en el Museo Universitario del Chopo, que se da cada año conforme a la Semana Cultural Lésbica Gay hoy en día Festival Internacional por la Diversidad Sexual, en una entrevista con el director general del evento Salvador Irys declaró “se intentó evitar la exposición de una obra de Nahum B. Zenil, en la que se mostraba la bandera de México, en donde el mástil funcionaba como un objeto de satisfacción sexual mediante una penetración anal (fig. 27), el gobierno quiso evitar que se mostrara la pintura, siendo que la homofobia también se presenta a través de la censura” , es importante recordar que en México existen leyes que protegen los símbolos patrios en este sentido, lo que contravendría con la libertad de expresión, sin embargo lo evidente es que existe un fuerte discurso subversivo en esta obra por parte de Zenil, ciertamente es un caso polémico, ya que resultan contradicciones y posicionamientos al emitir un juicio con respecto a esta pintura en especial. Por un lado Zenil puede ser tomado como un rebelde anarquista en su sexualidad y hacia su patria, pero por el otro es un juego abanderado mediante las inocentes y peligrosas prácticas estéticas, cuando se atenta contra la valoración a símbolos sacralizados por el Estado.



Estos dos ejemplos, nos muestran lo polémica, subversiva y particular propuesta de Nahum B. Zenil en los lenguajes artísticos del México Contemporáneo, un amplio espectro creativo que fusiona lo popular, lo personal, lo sexual y lo rebelde en un juego lúdico.


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